Para buscar el origen de las butacas Porter hay que remontarse a la Inglaterra y Francia del s. XVI. Colocadas junto a las puertas de las grandes fincas y palacios, fueron diseñadas para uso exclusivo de los porteros, una figura esencial para la seguridad y el bienestar de las familias mas adineradas. Su diseño alto y envolvente les mantenía protegidos de las corrientes de aire y resultaban cómodas para dormir por la noche.
En el siglo XIX su función original quedo obsoleta y las sillas y butacas Porter se convirtieron en mero objeto de decoración con el que añadir un toque Glam y romántico al ambiente. Las formas y los materiales utilizados han evolucionado desde entonces para adecuarse a las nuevas necesidades de los ambientes de lujo.
Las sillas Porter están asociadas a los ambientes de lujo. Su imponente diseño llena los espacios vacíos convirtiéndose en una pieza fantástica para crear rincones privados e íntimos en cualquier estancia. Puede funcionar en un gran hall como pieza principal o incluirse en la decoración de un salón, habitación o incluso un despacho.
Una silla Porter en los mismos tonos que el resto de nuestros sofás aportará coherencia y elegancia al diseño; siendo mas fácil su integración. Si por el contrario deseamos crear un rincón de lectura fuera del conjunto principal, podemos utilizar sillas Porter de color o incluso estampadas que destaquen sobre el resto.
También pueden funcionar en una habitación principal con espacio suficiente para crear un rincón en el que relajarse, leer un libro o tomar un café. Recuerda que una silla Porter en una habitación pequeña, además de robarte demasiado espacio, no lucirá de manera adecuada. En la habitación los colores claros: blanco, beige, lavanda y otros tonos pastel; se convertirán en la mejor opción, aportando serenidad al ambiente.
En el despacho juega con el blanco y el negro en la silla y la pesa. Es un clásico pero funciona. Lograrás además de esa manera un ambiente sobrio, serio, sin muchas distracciones; el ams adecuado para trabajar y recibir clientes.
Fuente – Digs Digs