Cuando se trata de decorar las paredes para que las estancias resulten menos frías y mas acogedoras, solemos apostar cuadros y/o fotografías. Sin embargo éstas no son las únicas maneras que tenemos de lograrlo; los tapices son otra buena alternativa, recursos olvidados que en otro tiempo fueron habituales.
Le hemos dado a la palabra tapiz un sentido amplio, englobando bajo esta denominación a cualquier paño tejido a mano. Hoy se están recuperando artes con mucha tradición que parecían perdidos y el interés por ellos parece estar creciendo. Siendo así ¿por que no aprovechar ese tirón para imprimir carácter a nuestro dormitorio o salón?
Si quieres darle un aire diferente a cualquier estancia de tu hogar, sin llevar acabo grandes cambios difíciles de revertir, ten en cuenta esta propuesta que hoy te sugerimos en Decoora. Los tapices como cualquier otro textil, imprimirán calidez a la estancia proporcionándote además una forma diferente de decorar tus paredes.
El origen histórico de los tapices, responde a la necesidad imperante de decorar los muros o paredes. De hecho, durante siglos los tapices se convirtieron en un elemento habitual en la decoración de templos y palacios. Símbolo de riqueza y ostentación, decoraron los ambientes mas selectos durante la época del gótico internacional.
Pero volvamos al tiempo actual. Los tapices hoy resultan mas accesibles y puedes decorar con ellos tanto salones como habitaciones o halls. Aquellos con forma rectangular, dispuestos de forma longitudinal de forma que cubran la pared de techo a suelo, son probablemente los mas interesantes.
Los encontrarás en lanas o sedas, tejidos manualmente y reproduciendo cuadros, paisajes o motivos abstractos. También encontrarás elaborados en macramé, un arte muy antiguo que consiste en elaborar nudos. Las propuestas son variadas por lo que no tendrás problemas para encontrar aquella que se adecue a la estancia que quieres decorar bien sea esta de estilo moderno, vintage o boho.