Es mucha la gente la que opta por la madera a la hora de revestir el suelo de su casa. Sin embargo, existen muchas dudas en lo que se refiere a este tipo o clase de suelo, ya que mucha gente suele confundirlos y no sabe las características de uno u otro. No es lo mismo por tanto, un parquet de madera que una tarima flotante.
En el siguiente artículo vamos a ayudarte a disipar todas esas dudas y hablarte de una manera clara de los diferentes tipos de suelo de madera que puedes encontrar en el mercado y de las características de cada uno de ellos. La clasificación de los suelos de madera se va a realizar según la capas de madera que tenga el suelo y según la manera en la que se vaya a instalar en el pavimento. A partir de ello, podrás elegir aquel suelo de madera que mejor se adapte a tu casa y sacarle el máximo partido a dicho suelo.
Suelos de madera según su propia composición
Parquet multicapa
Esta clase de suelo de madera está formado por varias capas. La capa de arriba es bastante gruesa y puede llegar a tener un grosor de hasta 5 mm. Es la capa de mayor calidad del suelo y a partir de aquí el parquet puede tener varias capas más, pero más finas y de una menor calidad. Las capas inferiores del parquet tienen la finalidad de conseguir que el suelo sea estable y se pueda caminar sobre él sin problema alguno.
Suelos laminados
Esta clase de suelos se caracterizan por estar compuestos por diversas capas de fibras. La parte superior contiene resina y otras sustancias para conseguir que dicho suelo sea bastante resistente y aguante bien el paso del tiempo. En el mercado se puede encontrar una gran variedad de este tipo de suelos en lo que respecta a modelos y colores. Otra de las grandes ventajas es el hecho de que los suelos laminados son bastante más económicos que el famoso parquet de madera y además de ser bastante resistentes, son muy sencillos de limpiar y de cuidar.
Tarima maciza
En este tipo de suelo, la madera es de tipo maciza y puede llegar a los 20 mm de grosor. El gran problema que tiene la tarima maciza es que es mucho más cara que otra clase de suelos de madera. Ello se debe a que el suelo es exclusivo de madera, por lo que se trata de un revestimiento de una enorme calidad y con un acabado espectacular a la vez que único.
Suelos de madera según la manera de instalarlos en el pavimento
La siguiente clasificación hace referencia a la forma en la que se instalan en una determinada estancia de la casa. Para sacarle el máximo partido a esta clase de suelos, hay que instalarlos y ponerlos de una manera adecuada.
Suelo entarimado
Si se opta por entarimar el suelo de madera, hay que decir que se trata de un proceso algo largo que puede durar hasta una semana. No es nada fácil de colocar, por lo que es importante que el trabajo lo hagan profesionales que sepan lo que hacen. Esta manera de instalar el suelo de madera se suele usar en las tarimas macizas o en el parquet de varias capas. Es verdad que el resultado es maravilloso y el acabado único, pero recuerda que el suelo entarimado es el más complicado de poner además del que se prolonga más en el tiempo.
Suelo encolado
A la hora de poner un suelo de madera en una casa, la técnica del encolado es el más habitual. Sin embargo, poco a poco ha ido cayendo en desuso debido a que con el paso del tiempo el suelo enocolado suele presentar serios problemas. Lo mejor del dicho método es que el acabado del propio suelo ser perfecto y muy llamativo a la vista.
Suelo flotante
La última manera de instalar un suelo de madera es a través del método flotante. En los últimos tiempos dicho método es el más usado y más popular debido al éxito de la tarima flotante a la hora de revestir diferentes tipos de pavimentos. El éxito de este tipo de instalación se debe a que es muy sencillo de hacer y que cualquiera puede con unos mínimos conocimientos de bricolaje. Basta con ir uniendo con cuidado los diferentes tablones de madera hasta conseguir obtener la citada tarima flotante.
En definitiva, el suelo de madera es una maravillosa opción a la hora de revestir el pavimento de cualquier casa. Se trata de un material bastante robusto y con un acabado perfecto para cualquier suelo. Como has podido ver, la clasificación de dichos suelos de madera se va a realizar teniendo en cuenta la forma de instalación y según la propia composición del suelo en cuestión.