El color amarillo es uno de los más alegres que hay, y por eso son muchas las personas que lo escogen para dar vida a algún espacio, cuando ven que se les ha quedado un poco sobrio o aburrido. Este color llama la atención, y se puede utilizar en varias tonalidades, desde el pastel más suave al mostaza o el amarillo limón más ácido.
Nos gusta el color amarillo, sobre todo porque representa la alegría y la luminosidad. Es un toque de energía para un espacio del hogar como es el salón, en el que pasamos mucho tiempo. En este salón en concreto tienen un estilo escandinavo, que suele ser sencillo, pero le han añadido toques de amarillo para darle más alegría.
Binomio amarillo y gris para el salón
Hay colores con los que el amarillo destaca más, y por eso son su combinación perfecta. El negro es uno de ellos, porque el contraste es muy grande, pero también hay quien utiliza mucho el color gris, muy suave y neutro, para destacar el amarillo. En este salón vemos lo bien que combinan, con ese sillón gris con cojines amarillos.
Amarillo en su tono mostaza
Si hay un tono que se ha vuelto popular es el amarillo mostaza. Este color es un amarillo más oscuro, y por lo tanto se suele usar en temporada de otoño o invierno, para seguir contando con el amarillo pero en una tonalidad más baja. Es un bonito color para combinar con blanco o azul.
Pequeñas pinceladas de amarillo
Las pinceladas de color amarillo son ideales para el salón. Le dan un toque especial, más vivo y alegre. En este caso solamente han añadido unos cojines, pero estos llaman la atención.
Color amarillo en el salón y en el comedor
Si queremos que dos zonas diferentes combinen entre sí, podemos utilizar el color. En este caso han añadido toques de amarillo en los textiles de mesa y en una silla, combinado con los cojines del sofá, unificando todo.