Visitamos un piso modernista en Barcelona y lo hacemos gracias a las instantáneas del fotógrafo C. Schaulin. La vivienda mantiene tras su renovación elementos estructurales originales que conviven con muebles de estilo contemporáneo, adaptándose a la perfección al estilo Art Noveau del espacio.
Los azulejos del suelo en tonos grises, marrones y blancos constituyen probablemente uno de los elementos mas llamativos de este apartamento. Dichos suelos contribuyen a unificar el espacio y se convierten en protagonistas junto a imponentes techos y vidrieras del largo pasillo que conecta con cada una de las habitaciones.
Los propietarios, dedicados al diseño de interiores, intentaron mantener la esencia de cada una de las habitaciones de esta vivienda de 2000 m2 construida en 1910. También respetaron la esencia modernista de un edificio cuyas fachadas están adornadas suntuosamente siguiendo la estela de Casa Batlló y la Casa Milà.
En el salón destacan las sillas «Cisne» de Arne Jacobsen que complementan el amplio sofá. Los muebles aquí son blancos; tanto la mesa de café, como el armario que ocupa la pared del fondo, un diseño de Cappellini. Junto a este no pasa desapercibida la lámpara de Marcel Wanders; y no es la única de este diseñador que encontramos en la vivienda.
Me encanta el comedor; la gran mesa de madera y el juego de sillas con cierto carácter rústico diseñadas por Hans Wegner Wishbone. Al fondo, se percibe la cocina decorada con muebles modernos de color blanco y unos taburetes de Jasper Morrison, que confiesan sus propietarios no son los mas cómodos.
El dormitorio principal resulta espacioso y luminoso. Posee muebles sencillos y modernos que no recargan el espacio: una cama blanca diseñada por Emaf Progetti para Zanotta, una mesilla de madera de Philipp Mainzer, una bañera y un toallero apoyado en la pared. ¿Os acordáis que hace algunas semanas os propusimos instalar la bañera en el dormitorio?
La biblioteca es probablemente el espacio que menos me gusta de la casa; quizá sea la alfombra la que no me acaba de convencer o ese puff rojo de Zanotta. Peso es un pequeño desliz frente a otros muchos espacios que han conseguido conquistarme. ¿Y a vosotros? ¿Os gusta?