La decoración de paredes ha evolucionado mucho, desde los sempiternos cuadros (originales o láminas) y las cabezas de animales, hasta las fotografías colocadas de manera geométrica y los motivos en vinilo. Actualmente destaca la profusión de elementos colocados de manera asimétrica o la reiteración de un mismo objeto en diferentes formatos, rememorando estilos pasados.
La inspiración llega de fuentes variadas, como el romanticismo británico, el barroco frances o las «cámaras de maravillas» del renacimiento centroeuropeo, aquellos gabinetes privados que acumulaban arte, cerámicas, antigüedades y todo tipo de inventos prodigiosos y artilugios variopintos en un espacio reducido. El aspecto en común a la hora de decorar la pared parece ser la homogeneidad en los colores: Tonos ocres, tostados, sepia o grisáceos, que otorgan al ambiente una pátina especial y evocadora.
En cuanto a la repetición de un mismo objeto, hay multitud de opciones: Marcos desvencijados, afiches de cine, pajareras, imágenes recortadas de libros científicos, ajedreces, mariposas y otros insectos enmarcados, relojes de diferente procedencia… Un buen ejemplo sería este baño repleto de espejos de mano antiguos (fáciles de encontrar en mercadillos) junto a otros de tamaño estándar; además de decorativos, ayudan a agrandar la estancia y el juego de reflejos multiplica el efecto de acumulación.
Más información – Decorar las paredes con fotografías
Fuentes – Artilleriet, Nordicbliss, Vintage&Chic