Las decoraciones nórdicas son muy bonitas y relajantes, ya que se basan en la sencillez y en la utilidad. Nunca añaden nada accesorio y sin sentido, sino que tienen cierta austeridad, pero siempre con un ambiente acogedor. Para quienes adoren un estilo sencillo y básico, sin florituras, esta es la elección ideal.
Atentos al ejemplo que os traemos, con un piso nórdico en donde no falta detalle, y en donde usan tonos blancos, negros y grises. Los únicos toques de color los aportan las plantas, ya que casan perfectamente con todo el ambiente y dan una pizca de frescura y naturalidad a todo.
Nada más entrar en la casa, ya podemos ver algo de lo que nos encontraremos. Textiles en blanco y negro, ilustraciones en los mismos tonos, y mobiliario básico. Los muebles tienen unas formas muy limpias, aportando ese ambiente tan nórdico, en el que prima la funcionalidad.
El salón cuenta con un sillón en gris con cojines que aportan calidez, al igual que la alfombra. Los textiles son muy imporantes en este estilo, que puede dar una sensación de frialdad a la casa. Nos encanta el detalle de la chimenea en la esquina, pintada de blanco para no desentonar.
Este piso tiene rincones ideales, como el rincón de trabajo, en un lugar muy luminoso y tranquilo. Una sencilla mesa, un foco y unas ilustraciones y ya tienes ese espacio para trabajar en casa. Por otro lado, tienes un estupendo rincón de lectura, en el que incluso prescinden de estanterías, dejando los libros en el suelo. Una lámpara de estilo industrial completa un espacio encantador frente a la ventana.
El dormitorio y el comedor también tienen esos mismos detalles sencillos, con muebles escogidos por sus líneas simples, en blanco o negro. Las plantas son detalles que se ven en algunos rincones, con mucha naturalidad.