El tocador es un mueble que ha pasado por una época de ostracismo porque se le consideraba como algo digno de las abuelas. Pero la verdad es que aporta un toque de elegancia y glamour a un dormitorio. Tan solo hay que saber como colocarlo para sacarle el máximo provecho.
Hoy en día, existen muchos diseños de tocadores, que facilitan que se adecuen a prácticamente cualquier estilo de decoración, desde los de estilo más romántico a los más modernos. Eso sí, es importante tener en cuenta que su tamaño no sea excesivo, y empequeñezca la habitación. Además, merece la pena que tenga luz, para que se pueda usar a la hora de arreglarse.
Si la habitación no es muy grande, y queremos seguir optimizando el espacio, en vez de colocar una butaca o una silla podemos elegir un puf con tapa que nos sirva como asiento, pero que también nos permita guardar cosas en su interior para evitar tenerlas por medio, como por ejemplo el secador de pelo, las tenacillas, etc.
Como último consejo importante no nos cansaremos de repetir que a la hora de elegir el tocador, este debe estar acorde con el resto de la decoración de nuestra habitación y con los materiales que más se adapten a nuestras necesidades.
Fuente: Hogar Mapfre
Fuente imagen: Maistors, Facilisimo