Hoy vamos a disfrutar con un espacio minimalista en medio del campo. Estas mezclas no suelen ser habituales, ya que el estilo de campo suele ser más hogareño, con mucha madera, muebles con presencia y muchos textiles que ayuden a dar calidez al espacio. Pero en esta casa de campo todo es diferente.
Nos encontramos con una casa que ya es distinta desde el exterior. Tiene un color negro por toda la superficie, con unas cuantas ventanas. Es minimalista en la parte exterior, pero con una silueta clásica, lejos de las casas modernas de diseños lineales. Es por eso que constituye la mezcla perfecta de lo clásico y lo actual.
Dentro de la casa nos encontramos con algo opuesto a su exterior en color negro. Dentro todo es blanco, para aportar una gran luminosidad. Los espacios son abiertos, como suelen serlo en las casas más modernas, en las que prescinden de paredes y espacios pequeños. La amplitud con siluetas sencillas y muebles funcionales es lo que caracteriza a esta casa. En la cocina encontramos algunos muebles de madera, a juego con el suelo del salón, y pequeños toques de color negro.
En la zona del salón destaca la amplitud de un espacio limpio, con paredes blancas y sin decoración. Unas lámparas modernas y en color negro cuelgan del techo, a juego con elementos como las ventanas. El suelo de madera distingue la zona del salón de la cocina. Es una forma de separar ambientes sin tener que poner paredes, solo mediante los elementos.
En la zona del salón vemos además algunos muebles de estilo sencillo. Las sillas se pueden recoger fácilmente, y son típicas del exterior. En la parte final de la casa hay una zona para descansar y una bonita chimenea que se mezcla en el ambiente. La sencillez es ideal en toda la casa.