Si vamos a comprar un sofá nuevo para el salón, una de las dudas que tenemos es la tonalidad. Así que os daremos algunas ideas sobre cómo elegir el color del sofá. Escoger el tono adecuado para el sofá no es difícil, aunque debemos tener en cuenta algunas cosas. Desde la decoración y los tonos que predominan al uso o el estilo que tengamos en casa.
Escoger el color del sofá suele ser importante porque es un elemento que destaca mucho. En caso de que no nos decidamos, siempre podemos optar por los colores más básicos. En todo caso, podemos pensar en una gran variedad de tonos, porque sobre todo en los sofás de tela hay muchos colores y modelos a elegir.
En caso de que tengamos niños en casa, lo mejor que podemos hacer es dejar a un lado los tonos muy claros y decantarnos por los grises y los tonos estampados. Esta es una idea más bien práctica, porque sabemos que con niños o mascotas no van a permanecer limpios mucho tiempo y son tonos que hacen notar menos esa suciedad. Además, debemos elegir materiales que sean fáciles de limpiar.
Por otro lado, debemos mirar el estilo y las tonalidades de nuestro salón. Un salón con tonos pastel requiere un sofá con tonos suaves como el beige o un rosa palo o azul claro. Si usamos tonos fuertes en las paredes podemos crear un contraste con un sofá blanco o amarillo. Es cuestión de combinar colores.
El estilo es también importante, ya que hay colores que van mejor con algunos estilos. Por ejemplo, los tonos grises y blancos son los mejores para los ambientes elegantes y modernos, mientras que los colores alegres o los estampados para los espacios con estilo bohemio o desenfadado. En los salones clásicos son mejores los beige y crudos.