Estamos a pocos días de que comience el verano, y son muchas las personas que desean aprovechar su jardín. Para ello cuentan con ideas como la de las piscinas desmontables, que suponen tener una piscina en su versión más económica. Estas piscinas pueden desmontarse durante el invierno y sus materiales y montaje son más sencillos que los de una piscina en el suelo.
Os vamos a hablar de los tipos de piscinas desmontables que se pueden elegir, pues hay varios materiales y tamaños, y también de las ventajas y los accesorios que pueden hacer falta para la piscina. Esto de tener una piscina desmontable está al alcance de todo el mundo, y solamente debemos tener en cuenta unos cuantos detalles.
Elegir la medida de la piscina desmontable
En cuestión de medidas para estas piscinas hay todo un mundo. Dependiendo del material tendremos unas formas u otras. En el caso de las de acero suelen ser rectangulares o redondas, las de plástico son redondas y las de madera de las dos formas. Hay muy diversos tamaños, muy pequeñas para unas dos personas o en las que cabe toda la familia. Evidentemente, tendremos que hacer una comparativa de materiales, medidas y precios para decantarnos por la piscina desmontable más adecuada.
A la hora de elegir la medida hay que tener en cuenta cuantos somos en casa y también el espacio disponible en el jardín. Debemos tomar antes las medidas del jardín y tener en cuenta la forma de la piscina para elegir la más adecuada. En las medidas podemos ver diámetro pero también el peso que tiene.
Materiales de las piscinas desmontables
Hay varios materiales disponible en estas piscinas desmontables. Las de madera suelen ser de las más elegidas, aunque su montaje requiere algo de trabajo y destreza. Estas son piscinas que aunque se desmontan se suelen dejar todo el año en el jardín, y además son muy decorativas gracias al revestimiento de madera. Otras que también son muy duraderas son las de acero, las cuales vamos a poder tener en el jardín todo el año y difícilmente se van a estropear por las inclemencias del tiempo.
Las de plástico son bastante más baratas y de fácil montaje, pero la duración puede ser bastante menor que la de las anteriores. Tienen un liner de plástico que es una lona en la que va el agua y suele ponerse otra para el suelo, para evitar que se estropee el plástico. Hay de dos tipos, las tubulares, que tienen una estructura de acero, y las que son totalmente de plástico, que sin duda son las más económicas.
Piscinas semi enterradas
En un espacio aparte pondremos a las piscinas semi entrerradas. Son piscinas que son desmontables pero que se ponen de forma permanente en el jardín, siendo más económicas que las normales en las que tenemos que enterrarla toda. En este caso la piscina suele estar recubierta de madera, que le da un aspecto más bonito y decorativo. Sin duda serán las más caras y más difíciles de montar de las pisicinas desmontables pero pueden ser una buena elección si deseamos una piscina para usar todo el año.
Accesorios en las piscinas desmontables
A la hora de comprar las piscinas desmontables también debemos tener en cuenta los accesorios que vamos a necesitar. Hay recubrimientos con lonas que imitan texturas, con madera o plásticos para el exterior. El pack básico suele ser el de la lona para el suelo y la depuradora, que puede ser de cartucho o de arena. Las de arena son las más recomendadas por la calidad del filtrado y porque duran más tiempo. Si la piscina es alta también debemos comprar una escalera, que suele ser de acero galvanizado y lacado. Hay además lonas térmicas para cubrir la piscina cuando no la estemos usando, que además ayudan a calentar algo el agua. Un liner de repuesto nos puede servir en caso de que se estropee el que tengamos.
Ventajas de las piscinas desmontables
Si todavía no tienes claro por qué deberías comprar una piscina desmontable, te damos todas las ventajas que tienen. Es una forma de disfrutar mucho más de tu jardín durante los meses de verano sin que se te dispare el presupuesto. Se trata de piscinas mucho más económicas que las que hay que montar excavando, que además tienen un mantenimiento elevado durante todo el año. En este caso, si no las queremos usar más allá del verano, podemos desmontarlas en casi todos los casos.
Estas piscinas son de fácil montaje, por lo que no tendremos que hacer obras ni tener que buscar permisos para instalarla en nuestro jardín, algo que sí hay que hacer con las piscinas de suelo, lo cual conlleva más gasto y pérdida de tiempo. En este caso se trata de comprarlas e instalarlas fácilmente para disfrutar de un verano refrescante para toda la familia.