Si decorar cualquier habitación ya supone un problema, o al menos un reto, por la creatividad que se necesita para hacerlo bien, la verdad es que enfrentarse a una estancia sin ventanas puede resultar aun más complicado.
Una habitación sin ventanas es agobiante, porque no tiene ningún punto de luz exterior, por mínimo que sea. Además, tampoco permite que entre aire en la estancia. Por eso, hay que recurrir a una serie de trucos que permitan optimizar la decoración que vamos a hacer, y conseguir una estancia igual de espectacular que las demás.
El primer objetivo debe ser fomentar la luminosidad de una habitación que no tiene ventanas. Para eso, debemos usar colores claros en los muebles y la pintura, lo que hará que la habitación parezca más amplia y que la luz artificial se potencie e ilumine más.
Otra opción importante son los espejos, que crean reflejos de luz, y a la vez proyectan las paredes como si fuera una habitación más ancha. De esta manera, la claridad se refleja mejor. Siguiendo con la misma idea, nos irá muy bien poner una puerta de vidrio, que ayudará a que entre la luz del resto de la casa.
¿Y por qué no un poster o un cuadro? Cualquier imagen agradable nos dará la posibilidad de sentirnos como si miráramos por la ventana, especialmente si nos decidimos por un paisaje.
Un último consejo importante es tener en cuenta el mobiliario que vamos a poner en la habitación, ya que cuanto más minimalistas seamos más sensación de espacio y claridad ganaremos.
Fuente: Decorablog
Fuente imagen: Decoración y diseño, ‘n Ferias