Es bien cierto que el color blanco nos recuerda sin duda a los paisajes nevados, sobre todo si estamos hablando de decoración invernal. Es por eso que es un color cada vez más utilizado para decorar durante esta época. Si hablamos de la tendencia nórdica estamos en lo mismo, ya que usan el color blanco casi siempre como protagonista.
Aunque sea en color blanco, hay que saber decorar los espacios. El blanco tiene la cualidad de dar luminosidad, pero también puede resultar demasiado fresco y frío si no sabemos cómo darle calidez a estos espacios, algo fundamental si hablamos de la decoración de invierno.
Los textiles nos pueden ayudar en gran medida a dar calidez a todo. Son los que visten los espacios, y los que se pueden cambiar en cada temporada. En invierno opta por mantas cálidas y cojines de pelo en el sofá, que lo hará mucho más acogedor, y por alfombras tupidas para el suelo en tonos oscuros. Con estos textiles tendremos la sensación de que hay mucha más calidez en los espacios, con materiales como la lana, el punto o los tejidos de pelo.
Una iluminación cálida también nos ayuda a que la decoración invernal en color blanco sea mucho más acogedora. Añadir unas simples velas puede mejorar mucho el ambiente, pero también hay guirnaldas de luces y lámparas originales para los espacios. Una gran idea es la de tener porta lámparas para poner las velas, que además es una idea mucho más segura.
En toda casa hace falta ese toque natural para dar calidez. Para decorar durante el invierno, podemos añadir muebles y toques en madera, pero también plantas naturales. Las plantas en color verde son ideales para poner un poco de color y traer la naturaleza al frío invierno en un ambiente totalmente blanco.