Si os hablamos de la pintura a la tiza puede que no os suene demasiado, pero si os decimos que vamos a contaros cosas sobre el chalk paint seguro que ya sabéis de qué os estamos hablando. Esta pintura se ha vuelto bastante popular por varias razones y beneficios, pero sobre todo por ese acabado sedoso y mate que aporta a las superficies.
Esta clase de pintura se suele utilizar para decoraciones en estilos vintage y románticos, y cuenta con una gama bastante amplia de colores. Explicaremos lo que es la pintura a la tiza o chalk paint y sus usos, de forma que podáis incluirla en vuestro próximo proyecto DIY.
Qué es la pintura a la tiza
Esta es una pintura natural sin acrílicos que proviene de la tiza. La tiza en este caso sería el ingrediente principal de esta pintura y el que la diferencia de otras pinturas realizadas con químicos. Debido a esta gran cantidad de tiza es ideal para los muebles, siendo utilizada sobre todo en estas superficies de madera. La tiza deja transpirar al mueble y conserva su autenticidad, la suavidad y textura y su porosidad. Aunque la pintura a la tiza básica es mejor para muebles, hay otras versiones que tienen el mismo acabado y se pueden utilizar sobre paredes, en zonas húmedas e incluso en el exterior. A estas pinturas les añaden filtros UV o bien resistencia a la humedad.
Sobre qué superficies se puede utilizar
En la gran mayoría de los casos la chalk paint está indicada para los muebles de madera. Al estar realizada con tiza es ideal para la madera, ya que la deja transpirar y mantiene la textura propia de la madera, y al ser natural no necesitamos realizar ningún tratamiento previo.
Sin embargo, son muchas las personas que desean utilizar esta pintura en las paredes, en zonas como el baño, en donde hay humedad, o bien en el exterior. Para este tipo de pinturas se aplican filtros u otros ingredientes además de la tiza, para que la pintura adquiera otras propiedades como la de la resistencia al agua o la resistencia a los filtros UV en el exterior.
Beneficios de la pintura a la tiza
Esta pintura tiene el gran beneficio de que no contiene química ni componentes tóxicos como la gran mayoría de las pinturas, por lo que es ideal para espacios infantiles o para quienes sean eco-friendly. Se puede aplicar en todo tipo de superficies y cunde bastante. Al ser natural y estar compuesta de tiza se puede aplicar en zonas poco ventiladas sin ningún problema. Además, es un tipo de pintura con un acabado mate y sedoso muy bonito, que gusta mucho para las decoraciones vintage. Otra ventaja que hay que destacar es que en los muebles no se necesita realizar ningún tratamiento previo de la madera, como la imprimación o el lijar las superficies. Se puede utilizar tal cual sobre la madera.
Cómo utilizar la pintura a la tiza
No hay que hacer nada especial a la hora de utilizar la pintura a la tiza sobre los muebles. En general la superficie debe estar limpia y libre de polvo. Se aplica sobre la madera sin utilizar ninguna imprimación. Ni siquiera hay que lijar la superficie. Normalmente se suelen utilizar dos capas de pintura para que el acabado sea mejor. Algo bueno de esta pintura es que si aparecen imperfecciones se puede aplicar un poco de pintura sin miedo a ese efecto parche.
Proteger con ceras
Cuando la pintura a la tiza se haya secado por completo y hayamos conseguido el tono que queremos, lo que hay que hacer es sellar y proteger con ceras el mueble. Esto va a proteger la pintura de forma que aguante durante más tiempo el uso diario. Estas ceras son cera de abeja y se suele aplicar con brocha. Son transparentes para no cambiar el tono del chalk paint, pero para darle un aspecto más vintage se utilizan a veces con acabados marrones.
Estilos adecuados para el chalk paint
Este tipo de pintura con acabado mate se suele utilizar en el estilo vintage. También el shabby chic suele tener esta pintura de colores en sus muebles, e incluso el estilo nórdico con los tonos pastel. Los colores y los tonos pastel y acabados mate son ideales para decorar los muebles en estos estilos.
Colores en la pintura a la tiza
En esta pintura a la tiza podemos encontrar una gran gama de coloridos disponibles en las tiendas. Se suelen utilizar los blancos, los tonos crudos y básicos, así como los grises y los suaves tonos pastel. De todas formas, si no encontramos el tono exacto que nos gusta para pintar el mueble tenemos otra posibilidad. Podemos cambiar el color del chalk paint original mezclándola con los tubos de pintura acrílica, para conseguir nuevos tonos.