La ciudad de San Francisco sigue siendo un oasis de pensamiento y expresión alternativa en Estados Unidos. Desde 1997, en una de sus céntricas calles podemos encontrarnos con un auténtico mural escultórico en un edificio abandonado conocido como «Defenestration». No creo equivocarme afirmando que haría las delicias del mismísimo Salvador Dalí.
Si levantamos la vista hacia el cielo veremos un absurdo conjunto de mesas, lámparas, ventiladores, bañeras, un reloj de pie o un sofá colgando en la azotea. Piezas que el artista Brian Goggin ha adherido al edificio y cuelgan precariamente, de tal forma que parecen caer hacia el vacío.
Como dice el creador, «en San Francisco cada uno tiene su propia manera liberal de hacer las cosas. Es sólo arte, no significa nada».
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