Aparte de hablar de diseño y tendencias, en Decoora también vamos a ofrecer consejos y trucos para el hogar y para decorar su casa con buen gusto en los más diversos estilos, siempre buscando soluciones adecuadas para cada necesidad.
Todos sabemos que el color y su empleo son elementos decisivos a la hora de definir la decoración de la casa. El primer paso es definir el color y seguidamente buscar el tono apropiado para su objetivo.
Existen dos grandes grupos de colores: los cálidos y los fríos. En las sucesivas fotos del artículo veremos los pares complementarios.
Los colores cálidos incluyen el amarillo, naranja y rojo, mientras que los colores fríos van del verde oscuro al violeta, pasando por el azul. Para lograr un resultado armónico deberemos combinar los colores cálidos con otros cálidos y los fríos con tonalidades frías. Por el contrario, si lo que se desea es resaltar determinado elemento lo recomendable es mezclar ambos grupos.
También se puede optar por el tradicional contraste entre el blanco y el negro, o bien utilizar la opción del efecto del blanco sobre el blanco, ya que existe una amplia variedad de tonalidades dentro de este color. Por último, debemos tener en cuenta que no es aconsejable utilizar más de dos o tres colores con el fin de obtener un ambiente equilibrado y armonioso.
Antes de decidir el color para decorar la habitación, hay que tener en cuenta aspectos como el tamaño, la cantidad de luz que recibe o la dirección en que está orientada la estancia. Por ejemplo, los colores cálidos y luminosos son más indicados para una casa orientada hacia el norte, mientras que un hogar orientado hacia el sur aceptaría mejor los colores vivos y los tonos pastel.
En cuanto a las dimensiones, en estancias pequeñas son más indicados los colores fríos, blancos o incluso las aplicaciones de papel o vinilos en la pared, siempre que se aplique con sensatez y originalidad. Por otro lado, si se trata de un espacio demasiado amplio se debe utilizar algún color vibrante y cálido al mismo tiempo, con el fin de conseguir el efecto de que las paredes parezcan más cercanas las unas a las otras. Respecto a la luz, para los ambientes poco iluminados son recomendables los colores frescos, mientras que en estancias muy iluminadas se pueden utilizar colores cálidos para crear una atmósfera equilibrada.
En cuanto a las distribuciones del color por las diferentes estancias, en las habitaciones se recomiendan colores más relajantes, suaves y tonos pastel. En la cocina y el comedor se pueden llevar colores fuertes y vibrantes, como el rojo y el naranja, pues éstos despiertan el apetito. Colores como el lila y el azul valen tanto para los dormitorios y salones como para los cuartos de baño.
Más trucos para jugar con los colores: si se utiliza un tono más claro en el techo que en las paredes se provocará la sensación de que el techo está mas alto. Por el contrario, si lo que se desea es disimular un techo demasiado elevado deberemos utilizar un color oscuro. Otro recurso muy útil es el de aplicar rayas para modificar la percepción del espacio. Las rayas alargadas transmiten sensación de profundidad, mientras que las estrechas provocan sensación de mayor altura. Los colores claros hacen que los muebles parezcan más grandes y los oscuros disimulan las formas voluminosas.
a mi me gusta el verde porque se ve muy llamativo
muy lindos