Tradicionalmente, las cocinas de nuestras madres y abuelas estaban revestidas de azulejos de color blanco, que las convertían en un espacio con sensación de limpio, pero sin vida. Hoy en día, los azulejos de la cocina se han dejado llevar por las tendencias de colores en decoración, y se han convertido en los verdaderos protagonistas de la estancia, al mismo nivel que los muebles.
Una de las ventajas de los azulejos actuales es que no sólo decoran, también aportan un toque personal a la cocina, reflejando los gustos más personales de la persona que vive en la casa.
Para empezar, hoy en día los azulejos de la cocina le dan color, hasta puntos realmente insospechados, ya que incorporan tonos tan vivos como el rojo o el verde, que alegran la cocina como cualquier otra estancia, tanto en las paredes como en los suelos.
Además, los azulejos se combinan para conseguir efectos estéticos muy variados, que cambian la apariencia de cualquier cocina, disponiéndose de manera especial según el tamaño o el color. De esta manera, permiten introducir flores, rayas horizontales, o verticales, círculos o cualquier otro dibujo a gusto del dueño de la casa.
Finalmente, no podemos acabar este artículo sin mencionar la funcionalidad de los azulejos, ya que son uno de los elementos más prácticos a la hora de decorar una cocina, porque son baratos y muy fáciles de limpiar, ya que se pueden aplicar en ellos incluso productos más agresivos como desinfectantes sin que se deterioren por este motivo.
Fuente: Hogar Mapfre
Fuente imagen: Ella hoy, Ceramica campos