La zona del salón es un lugar de reunión, un espacio en el que nos gusta sentirnos cómodos y con una sensación hogareña. Es también un lugar que debe ser funcional, en donde nos gusta tener nuestras cosas de ocio, un sofá confortable y suficiente espacio para todos. Así que debemos pensar bien en todos los detalles y elementos para decorar el salón antes de ponernos manos a la obra.
El salón es un lugar en el que recibiremos a la gente, y en donde pasaremos muchas horas de ocio durante el día. Debe ser amplio, confortable, luminoso y sobre todo transmitir la sensación de comodidad. Es por eso que os vamos a indicar algunas ideas sobre cómo decorar el salón, desde los tonos a elegir a muebles y textiles.
Índice
Qué estilo quieres en el salón
Una de las cosas que primero hay que decidir es el estilo en el que decoraremos el salón. Os hemos hablado de muchos estilos diferentes y sin duda hay una gran gama para darnos ideas. El estilo nórdico es uno de los más buscados por muchas razones. Es un estilo sencillo y práctico, luminoso y está de moda. Pero también tenemos el masculino estilo industrial, el hogareño estilo rústico o el estilo minimalista más moderno. Sea como sea, lo que debemos hacer es centrarnos en un estilo y hacer una lista con sus imprescindibles. Un ejemplo el de escoger el estilo nórdico y añadir cosas como muebles de madera clara, suelos de madera, tonos pastel y paredes blancas.
Ahora que se acerca la primavera, os sugerimos además un estilo muy fresco y natural. Este salón con un toque mediterráneo es ideal para darle aires frescos a nuestro salón. Solo necesitáis textiles blancos y azul claro, pequeños muebles de madera y por supuesto incorporar la nueva tendencia del mimbre. Este material está muy de moda ahora mismo y aporta una gran naturalidad, y hay desde pufs a cestas de almacenaje o sillas para el salón.
Elige el sofá adecuado
El sofá es uno de los muebles que más nos van a importar a la hora de decorar el salón. Hay muchas posibilidades hoy en día. Un consejo es el de que midáis el lugar en el que va a ir para así escoger también según el tamaño del sofá. Por otro lado, tienes que elegir entre los de cuero o polipiel y los de tela. Los de cuero son los más caros, pero también muy duraderos y resistentes a las manchas. Los de polipiel se limpian bien pero no duran tanto, y los de tela suelen ser los más económicos, hay muchos colores y estampados pero las manchas y el desgaste acaban con ellos.
También debes pensar en el estilo de tu salón. Un sofá de cuero negro está bien en un ambiente moderno, uno con capitoné para espacios clásicos, otro de cuero marrón para un estilo industrial, y uno blanco o gris para el estilo nórdico. Escoger el sofá adecuado depende de todos estos factores, que siempre hay que tener en cuenta.
Las tonalidades para el salón
En el salón se suelen escoger tonos claros y serenos, para que el espacio resulte mucho más acogedor. La mejor idea es la de escoger un tono básico de base, como el beige, el gris o el blanco, que será el protagonista. Hay un tono secundario que va a juego con este, y luego uno terciario del que solo hay pequeños toques. En este salón tienen beige y gris como base, amarillo secundario y azul el terciario.
Textiles para el salón
Otra de las cosas que no debemos olvidar para el salón son los textiles. Cojines, alfombras y cortinas pueden cambiar el aspecto de un salón. Hoy en día hay que recordar que se llevan las mezclas de estampados para darle un toque diferente a los ambientes.
Muebles con personalidad en el salón
Aunque el sofá es importante, también debemos tener en cuenta que hay que escoger otros muebles. Los imprescindibles serían el mueble para la televisión, una estantería de almacenaje y la mesa de centro para tener las cosas a mano. Si estos muebles se escogen con personalidad, tendremos un salón muy especial. Podemos comprar muebles de diseño original, o restaurar los muebles vintage.
Iluminación en el salón
Otro punto que también debe ser importante cuando decoremos el salón es la iluminación. De nada sirve comprar muebles bonitos si la iluminación es escasa, o pintarlo todo de blanco si luego no hay luz, porque el salón no parecerá acogedor. Es bueno tener luz natural, por lo que para aumentarla podemos utilizar espejos en las paredes, tonos claros y superficies que reflejen. Pero por la noche también hay que tener puntos de iluminación. Una gran lámpara en el centro es buena idea, pero si tenemos rincones que quedan oscuros, podemos optar por los halógenos o por lámparas de pie situadas en lugares estratégicos.