A los que nos gustan las cosas sencillas, adoramos el estilo nórdico o escandinavo. Este estilo está de moda, eso es indudable, y nos gustan las muchas ideas que van surgiendo en diversas tiendas de decoración y blogs. Se basa en que una estancia debe tener lo fundamental, con muebles funcionales y de líneas puras, en madera o en tonos como el blanco.
Además, a este estilo se le añaden en muchas ocasiones objetos vintage, que le aportan mucha más vida. También se centran en materiales naturales, por lo que se incluye la madera, mezclándola con el cristal y las plantas más naturales. En definitiva se crean ambientes relajantes y de gran belleza con un estilo simple que siempre funciona.
Como hemos dicho, las plantas son ideales para esta decoración nórdica. Deben ser naturales, y a ser posible sin demasiado color, para dar un toque de sobriedad. Para ponerlas, ideas muy naturales también, con macetas de mimbre o con esos envases de cristal reciclados y exentos de adornos.
Los muebles deben ser muy sencillos, con líneas básicas y sin nada tallado, con la madera lisa, incluso con aspecto de no haber sido tratada. Pueden estar pintadas, pero en tonos pastel o en negro. Ahora también es habitual ver cómo les pintan solamente una parte de las patas, de forma muy original.
Los textiles son lo que aportan calidez a la estancia. Pueden usar esos tonos grises y blancos, pero las texturas deben ser cálidas. Se llevan mucho esas alfombras o mantas de pelo, puestas sobre las sillas o en el suelo.
Los tarros y pequeños detalles también dan mucha personalidad a todo. Las formas geométricas destacan en estos ambientes. Se pueden usar tarros y adornos en diversos tamaños, formas y tonos. En la variedad está el gusto, pero todo muy medido, ya que la ostentosidad no es parte de este estilo.