La empresa noruega Fargerike es especialista en realizar estudios de color y ofrecer propuestas de interior que derivan de dicha investigación cromática; el Grand Hotel de Oslo tenía intención de renovar una de sus suites más famosas y no dudó en ponerse en sus manos para conseguir un efecto espectacular: La suite Mikado acaba de ser re-inaugurada con gran éxito y ha contado con numerosas colaboraciones de diseñadores y artistas autóctonos aunque el resultado poco tiene que ver con los ambientes escandinavos a los que estamos acostumbrados; ahí precisamente radica su originalidad. Por ejemplo, el escritorio lacado es una pieza de Andreas Engesvik que Fjordfiesta acaba de sacar al mercado y sin embargo remite a los años 50.
La suite, de clara inspiración oriental, cuenta con 72 m2 distribuidos en un dormitorio con vestidor y banconadas de estilo francés, un salón comedor y despacho. Todas las estancias están decoradas en tonos morados, pero hay una evidente gradación de tono entre una y otra: La habitación es púrpura y se completa con leves toques de coral en mesillas, lámparas y textiles para que el ambiente resulte menos recargado y luminoso. El despacho tiende al violeta y se suaviza con suelos y muebles de madera natural para crear una atmósfera más relajada y contemporánea.
En el salón comedor se ha optado por el color lavanda y una decoración de motivos florales, que contrasta con los detalles en latón de la mesa, espejos y complementos; la estancia adquiere un aire romántico donde muebles de época restaurados conviven con piezas de última generación como el sofá Ok del fabricante LK Hjelle, que al estar tapizado en un tejido exclusivo de terciopelo pierde su estética minimal encajando a la perfección con la sofisticación chic de la suite. Acertar mezclando lo viejo y lo nuevo es un valor añadido en alza!
Más información – Adelanto de primavera: Acentos en coral
Fuentes – Fargerike, Fjordfiesta, Grand Hotel, LK Hjelle, Stylizimo, The decorista