Generalmente estamos acostumbrados a utilizar las molduras en los techos, y principalmente en las uniones del techo con la pared, pero este tipo de elemento decorativo puede dar mucho de sí y si sabemos utilizarlo podemos dar un aspecto nuevo a nuestras paredes.
Estas molduras se fabrican hoy en día de my diversos materiales, desde las más clásicas y más engorrosas de colocar, de yeso o escayola, a las más cómodas de poliestireno expandido o madera.
Podemos colocarlas alrededor de puertas, ventanas o lámparas, o situarlas formando cuadros o rectángulos de iguales dimensiones. Son muchas las formas de decorarlas una vez hayamos decido donde y como colocarlas. Si las pintamos en blanco sobre un tono de pared de color destacarán, si es sobre colores pastel quedarán más unificadas en gama que con tonos más oscuros.
Otra opción es pintarlas del mismo color que el resto de la pared, de esta forma se integrarán mejor pero darán un toque decorativo muy interesante.
Si queremos jugar un poco más podemos delimitar con las molduras zonas muy definidas en las que situaremos papel pintado o pintaremos de otra tonalidad diferente al resto.
El efecto que crean las molduras queda muy interesante en salones y dormitorios, pero también es ideal para la zona de la escalera si se sitúa de forma ascendente acompañando la subida. Podemos utilizarlas para crear zócalos situándolas solo en la zona inferior de la pared, de esta manera parecerá un zócalo de madera sin necesidad de serlo.
Otra opción es bordear o remarcar puertas y ventanas con ellas, queda muy elegante y es perfecto sobretodo en casa donde no se utilizan cortinas para dejar ver esta parte de la decoración.
También existe la posibilidad, si no queremos meternos en tanto lío de colocación, de comprar vinilos que imitan molduras reales, tan solo tendremos que pegarlos en la pared y funcionan también muy bien, sobre todo en dormitorios infantiles y de adultos.
imágenes: porterhousedesigns, cristinamella