Acostumbramos a mostraros en Decoora propuestas modernas y actuales, pero no queremos olvidarnos tampoco de los clásicos. Este salón-comedor ubicado en un hermoso edificio de la ciudad de Gotemburgo construido en 1913, nos sirve hoy como ejemplo para acercarnos a un «nuevo» estilo.
Lo mas llamativo de este salón-comedor es probablemente el suelo de espiga con incrustaciones. No es el único elemento original de esta gran estancia; lo son tambien los amplios ventanales, la puerta corredero que separa ambos ambientes y algunos de los muebles de madera.
Los amplios ventanales dejan que entre a esta amplia estancia convertida en salón-comedor abundante luz natural. Una luz que nos permite jugar con colores mas plomizos en la pared, como ese gris que tan bonito contraste crea con las molduras, los rodapies y los marcos de puertas y ventanas, de color blanco.
Los mueles de madera aportan ese aire vintage y clásico que tanto nos ha llamado la atención en este apartamento. En el comedor una cómoda y una mesa con detalles tallados dan forma al espacio. Sobre la cómoda, encontramos colgados numerosos cuadros e ilustraciones de diferentes tamaños.
Un conjunto similar de cuadros preside también el salón, al que se accede por una puerta corredera doble. Están situados sobre el sofá capitoné que gracias a sus tonos naranjas, destaca en una habitación con mucho espacio, salpicada de muebles de diferentes estilos.
Podemos encontrar tres zonas diferenciadas en el salón; la zona de descanso, delimitada por la cálida alfombra persa y el sofá capitoné; el mueble bar, cerca del ventana, y la mesa de lectura, situada enfrente de un gran mueble que sirve tanto para guardar libros como ropa.
Los techos altos, ayudan a hacer visualmente mayor el espacio y las sencillas lámparas no restan protagonismo a suelos y muebles. ¿Te gusta este estilo de salón-comedor?
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