Son muchas las personas que hoy en día tienen montado un taller de costura en casa para poder trabajar en una afición que cada vez mueve a más gente. Hacer las cosas uno mismo, customizar la ropa e incluso los textiles de hogar, e incluso crear sus propios productos para vender en Internet es lo que ha llevado a este aumento de las zonas para coser en la casa.
Crear un taller de costura en nuestro hogar supone tener en cuenta algunas cosas. Si realizamos muchos trabajos vamos a necesitar un gran espacio de almacenaje, y si además trabajamos de noche, la iluminación directa y buena va a ser fundamental para cuidar nuestra vista. También debemos pensar en una silla cómoda y regulable, para no dañarnos la espalda.
El estilo de tu hogar es fundamental para saber cómo integrar el taller en el hogar. Si tu casa es tradicional, pues opta por muebles de madera sencillos y un estupendo maniquí para probar las creaciones, que también te sirve para ir dejando telas.
Este taller está muy logrado, por lo que podemos deducir que trabaja muchísimo en él. Si es tu caso, coge ideas, como la de tener un lugar para organizar las tijeras y los hilos, otro para las telas. La organización cuando tenemos mucho material es algo fundamental, pues de lo contrario perderemos mucho tiempo buscando cosas.
Este rincón tiene una clara inspiración nórdica. En la tienda Ikea hay ejemplos estupendos de muebles modulares a los que se les pueden añadir partes para organizar. Los tableros también son muy habituales, ya que se pueden ir dejando cosas colgadas y organizadas, muy a mano.
Estos son pequeños rincones de costura en el hogar. El típico espacio para quien no cose demasiado, pero que tiene ahí la máquina para ocasiones especiales. Además, estas Singer antiguas tienen un gran estilo y decoran muchísimo.