Los dormitorios deben ser lugares para sentirse a gusto, relajados y también con un sentimiento de calidez. Es por eso que deben ser espacios agradables que nos evoquen esa relajación que a veces nos falta en la vida diaria. Tener un dormitorio relajante también puede ayudarnos a dormir mejor, ya que es un lugar en el que nos sentiremos muy bien.
Tienes que cuidar todos los aspectos del dormitorio. Tanto la iluminación como los muebles o los textiles, porque cada detalle cuenta. Y lo cierto es que en cuestión de relajación a veces menos es más, por lo que debemos escoger cada pieza con cuidado.
Luz tenue
Aunque por el día nos gusta que entre mucha luz natural, lo cierto es que para relajarnos lo mejor es contar con una luz tenue. Y para ello podemos contar con unas guirnaldas de luces por la noche o con luces puntuales. También puedes utilizar cortinas para que no pase tanta luz y así dosificarla.
Tonos pastel
Los tonos pastel son perfectos para un ambiente relajante si queremos añadir un poco de color. Lo mejor es usar tonos naturales, como el beige o los tonos crudos, pero lo cierto es que también se puede usar color si cogemos tonos suaves o estampados como ese de topos, con un fondo blanco.
Suelos del dormitorio
Para el suelo la mejor elección es la madera, ya que siempre es acogedora y aporta calidez a cualquier ambiente. Además, las alfombras pueden ayudar mucho a hacer el cuarto más relajante, sobre todo si son esas alfombras de pelo suaves.
Textiles de cama
Los textiles de cama también nos ayudarán a tener un lugar perfecto para relajarnos. Sábanas de algodón y toques cálidos como mantas de pelo, cojines con texturas y de tejidos naturales como la lana y el punto. En los textiles también se buscan tonos naturales, a juego con el resto de la habitación.