En los 40 caracteres del título es muy difícil recoger la esencia de esta casa rústica originalmente construida en la década de 1950 y recientemente renovada por los arquitectos Scott & Scott. Ubicada en Grouse Mountain, North Vancouver, la casa combina lo viejo con lo nuevo, lo tradicional y lo moderno.
El deseo del propietario y los arquitectos por utilizar materiales naturales acabados tradicionalmente, que no sean ajenos al paso del tiempo, aportan a esta vivienda una apariencia única. Así, la madera se convierte en protagonista de esta vivienda diáfana y con mucha luz, gracias a sus amplios ventanales.
Techos de madera, vigas de madera y muebles de madera; allí donde mires encontrarás madera. En numerosas versiones, la madera se convierte en la protagonista de una vivienda, que gracias a este material adquiere carácter rústico. Si, definitivamente podríamos decir que ésta es una casa rústica ¡pero moderna!
La calidez que aporta la madera en esta vivienda, se contrarresta con el uso de materiales fríos como el hormigón y el mármol. El primero, crea continuidad entre los diferentes espacios de esta vivienda; el segundo, llama la atención sobre la cocina. Imposible que una encimera de 800 kilos pase desapercibida ¡si, habéis leído bien!
Hemos hablado de una casa rústica ¡pero moderna! Y son los espacios abiertos y diáfanos, decorados con sencillez, los que precisamente aportan ese aspecto moderno a esta vivienda. Los muebles son sencillos, poseen líneas limpias y no se amontonan ni agolpan en las habitaciones. Éstas siguen resultando espaciosas, a pesar de estar completamente amuebladas.
Nos quedamos sin ver en las imágenes las habitaciones; aunque podemos imaginarlas. Nos imaginamos suelos y vigas de madera, paredes blancas, muebles sencillos y ropa de cama en tonos neutros: blancos y grises. ¿Vosotros también os las imagináis así?
Esta casa rústica y moderna, al mismo tiempo, es uno de los últimos proyectos de los arquitectos canadienses Scott & Scott, ¿os gusta su trabajo?