Hemos hablado en otras ocasiones de las pizarras. Las hemos utilizado para decorar cuartos de juego para los mas pequeños y zonas de trabajo, entre otros espacios. Hoy, os proponemos otra alternativa; decorar con ellas la cocina. Una propuesta práctica y decorativa, al mismo tiempo.
Una pizarra en la cocina resulta muy práctica para organizar las tareas del hogas y hacer la lista de la compra, entre otras cosas. Con tal fin podemos convertir unas puertas de armario o una pared en una gran pizarra o apostar por alternativas mas tradicionales y colgar una pizarra en la pared.
Hoy en día las posibilidades para disponer de una pizarra en la cocina son inmensas. La mas tradicional y la mas económica consiste en colgar una pizarra de pequeñas dimensiones en la pared. Lo ideal es hacerlo en un sitio que resulte accesible a todos los miembros de la familia y lejos de fogones y/o encimeras de trabajo, en las que se manipulen alimentos.
Del mismo modo, podemos utilizar una pizarra de pie, apoyada contra la pared. Pueden servirnos para realizar un cuadrante con las tareas del hogar y/o ir apuntando aquellos productos que echamos en falta y por tanto, debemos comprar. Si piensas que una pizarra standar no es suficiente para ello, piensa en una toda una pared convertida en pizarra.
Hay diferentes formas de convertir una pared en una gran pizarra. Una de ellas es utilizando pintura de pizarra; un método sencillo que puedes aplicar tu mismo sin grandes desafíos. Y al igual que en la pared, podrás aplicarla en puertas de armario u otras superficies ¡no hay límites!
Aunque existen diferentes colores, lo mas habitual es apostar por el color pizarra en la cocina, tal como queda demostrado en las fotografías que hemos escogido. Una propuesta sencilla y práctica, ¿no os parece? Una propuesta que además tiene cabida en todo tipo de cocinas, sean del estilo que sean.